La Terapia Visual se basa en ejercicios diarios de 15-20 minutos en casa, de acuerdo con la pauta marcada por el especialista, combinados con sesiones semanales de 45 minutos en consulta, donde se usan las técnicas y los instrumentos más indicados para cada paciente.
Entre ellos, destaca el Sanet Vision Integrator (SVI), un sistema pionero diseñado por el optometrista estadounidense Robert Sanet para, a través de una pantalla táctil de 50 pulgadas, mejorar los seguimientos oculares, el tiempo de reacción visual y de reconocimiento, la velocidad y la sensibilidad al contraste, además de la memoria o la secuenciación visual-auditiva, entre otras habilidades.
La utilización de nuevas tecnologías es, precisamente, una de las grandes apuestas de Alcocer, con la finallidad de estimular la visión y su coordinación con el resto de los sentidos.
En este sentido, la motivación es un aspecto fundamental, “por lo que siempre plateamos los ejercicios como un juego, no como unos deberes, y buscamos que los niños encuentren en el trabajo realizado su propio objetivo, por ejemplo, jugar mejor al futbol”, añade Alonso, quien destaca la importante labor de los padres a la hora de lograr esta implicación desde su papel de “terapeutas colaboradores” en casa. Solo así, con la participación activa de todas las partes, es posible avanzar en la terapia y dar respuesta al creciente grado de complejidad de los ejercicios, que se programan para mejorar gradualmente las habilidades visuales del paciente y llevarlo a su máximo potencial, requiriendo un mínimo de tres meses para los problemas funcionales y de medio año para los perceptuales, según la evolución de cada caso.
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