El estudio de la visión y rendimiento deportivo desde el ámbito de la optometría se basa en el análisis de las habilidades visuales. Son 14 las habilidades visuales que se consideran fundamentales en el estudio de visión y rendimiento deportivo (Plou, 1999):
1- Agudeza visual estática.
2- Agudeza visual dinámica.
3- Motilidad ocular.
4- El campo visual.
5- El tiempo de reacción visual.
6- La visión binocular.
7- Sensibilidad al contraste.
8- Coordinación ojo-músculo.
9- Visualización.
10- Concentración visual.
11- Visión cromática.
12- Acomodación – Convergencia.
13- Esteropsis.
14- Consciencia central periférica.
La importancia de cada habilidad visual está en función de las características de cada deporte concreto. La investigación en torno a este tópico desde el Aprendizaje y Control Motor se basa en el estudio de la motilidad ocular, entendiéndose esta como la habilidad que permite la exploración del espacio en todas las direcciones, asociándose o no con movimientos de la cabeza (Chevaleurid, 1986).
El estudio de la motilidad ocular se centra en el análisis de la motilidad ocular extrínseca que es la responsable de los mecanismos neuromusculares que producen el movimiento de los ojos de una forma voluntaria.
En el caso de un deportista podríamos identificar un comportamiento visual tÌpico que comienza con la detección de un objeto en la periferia. Esta información permite saber al deportista donde está el objeto (que podría ser el balón, un compañero o un oponente). Posteriormente, el deportista orientará su visión en esa dirección para colocar el objeto en fÛvea (zona de la retina con mayor agudeza visual) con la intención de obtener información acerca de qué es.
Para estudiar el comportamiento visual en el deporte en lo referente a la naturaleza de la observación, son normalmente tres las variables que destacan dentro de la motilidad ocular:
1) Fijaciones.
2) Movimientos sac·dicos.
3) Movimientos de seguimiento.
Los movimientos sacádicos son los movimientos de ambos ojos en la misma dirección, responsables de los cambios rápidos necesarios para fijar importantes fuentes de información separadas entre sí (Rosenbaum, 1991). Por esta razón, el análisis de los movimientos sacádicos de los ojos, y las subsecuentes fijaciones tienden a ser considerados de importancia principal en las estrategias visuales de búsqueda en el deporte.
El análisis y estudio cuantitativo de estos movimientos permite indagar en la forma con que cada sujeto selecciona la información de un contexto deportivo determinado, la codifica, realiza el procesamiento de la información y toma una decisión en función de sus experiencias y de su aprendizaje. Son por tanto variables que nos permiten investigar en el procesamiento de la información a nivel cognitivo.
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Los movimientos sacádicos de los ojos están diseñados para cambiar la imagen de un área informativa de la periferia a la fóvea que es donde se producen las fijaciones debido a que es la zona de mayor agudeza visual del ojo. Los investigadores tienden a examinar las fijaciones que separan los movimientos de los ojos puesto que parten de que cuando finaliza un movimiento sacádico comienza el procesamiento de información de la imagen que se visualiza.
Las fijaciones visuales permiten a los deportistas establecer un ·rea informativa de la imagen que se visualiza en visión focal, como la cadera de un jugador moviéndose, lo que permite un procesamiento más detallado de la información proporcionada por la zona de la imagen que se visualiza.
La duración del periodo de fijación parece señalar la importancia relativa que tiene esa área de la imagen para el observador y es comunmente interpretado por los investigadores como una medida de procesamiento cognitivo encubierto (Just y Carpenter, 1976).
Los movimientos de seguimiento son el tercer gran grupo de movimientos oculares de especial importancia en el análisis del comportamiento visual del deportista. Este tipo de movimientos oculares permite seguir el movimiento lento de elementos en el espacio, como un balón o un oponente, de forma que se mantiene una imagen estable en la retina. La velocidad de los movimientos de seguimiento es mucho más lenta que en los movimientos sacádicos, con una velocidad angular de entre 30 y 100 grados por segundo (Rossenbaum, 1991).
Consecuentemente, el éxito del sistema visual en la obtención de una imagen estable en la retina depende de la velocidad del objetivo que deben seguir los ojos (Sekuler y Blake, 1990).
En el movimiento de seguimiento los ojos no se van fijando de un punto a otro de la escena visual sino que un mecanismo cortical muy desarrollado detecta el curso del movimiento de un objeto y luego desarrolla de manera gradual un curso similar del movimiento de los ojos (Guyton, 1994). El ojo realiza una sucesión de movimientos que siguen una cierta ritmicidad para coincidir en el mismo punto de la imagen que se visualiza.
EL PAPEL DE LA MOTILIDAD OCULAR EXTRINSECA EN EL DEPORTE. APLICACIÓN EN LOS DEPORTES ABIERTOS.
Moreno, F. J.; ¡vila, F.; Damas, J. S.
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