La memoria visual de un niño es su capacidad de recordar inmediatamente las características de cualquier objeto, símbolo o forma.
Si el niño tiene dificultades para retener la información y almacenarla, puede tener problemas con el procesamiento de esa información y la transición a la memoria a largo plazo.
Un niño que tiene una memoria visual ineficiente puede experimentar dificultades con lo siguiente:
- Recordar números de teléfono
- Comprensión lectora
- Reconocimiento inicial de las letras (preescolar)
- Memoria de símbolos comunes
- Usando una calculadora
- Copiar el trabajo de una pizarra en papel (no puede mantener la imagen visual en el cerebro el tiempo suficiente)
Algunos niños no tienen problemas con su memoria auditiva (bucle fonológico), pero luchan con sus habilidades de memoria visual. Un ejemplo, a veces el estudiante repite palabras (a menudo susurrando) mientras leen porque tienen que confiar en su memoria auditiva para ayudarles a compensar su mala memoria visual. En este caso, el niño frecuentemente tiene dificultades de comprensión. Un estudiante que tiene problemas con la memoria visual a menudo no puede recordar cómo es una palabra o no reconoce la misma palabra en la página siguiente.
La memoria visual secuencial es la capacidad del niño para recordar símbolos o caracteres en un orden determinado. Esta habilidad es especialmente importante en la ortografía. Si el niño tiene problemas con la memoria visual secuencial, puede hablar en voz alta mientras lee o puede susurrar mientras deletrea una palabra. Las transposiciones (invertir palabras), omitir letras, y las adiciones de alfabeto son comunes para los estudiantes que luchan con esta habilidad. La memoria secuencial también ayuda a reconocer y recordar patrones en el trabajo escolar y en el mundo de su hijo.
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