Baja visión pediátrica
Baja visión pediátrica
A los niños con riesgo de baja visión hay que controlarlos a partir de la primera infancia, ya que muchas veces, la poca información y tardía prevención de la baja visión, dificulta la creación del esquema corporal y espacial, padeciendo en algunos casos, ciertos problemas de atención y aprendizaje. Después de la detección debe ser estimulado motriz y visualmente por un especialista en baja visión, y en la edad preescolar es fundamental hacer rehabilitación visual con el fin de ayudar al niño a ser eficiente en sus tareas escolares.
La rehabilitación consiste, en el aprendizaje del uso de ayudas ópticas y en ejercicios que mejoran la eficacia visual y la atención, incluyendo trabajo vestibular.
- Uso de ayudas ópticas, no ópticas y electrónicas:
Las ayudas para la lectura serán fundamentales para afrontar el aprendizaje en un niño con baja visión.
Desde una simple lupa para leer o para mirar smartphones, diccionarios, etc., microscopios para la lectura (gafas de apariencia normal pero que exige colocarse la lectura a una distancia más próxima), hasta una gran variedad de sistemas electrónicos que facilitan la lectura, textos en PDFs ampliados. Atriles.Etc.
Para ver la pizarra son muy útiles los telescopios, y estos deben ser introducidos cuanto antes para actividades lúdicas, como ir de excursión, ir al zoo, con el fin de que aprendan su manejo antes de realizar una tarea cognitiva.
- Ejercicios que mejoren la eficacia visual y atención:
Junto a estas ayudas ópticas, la rehabilitación visual mejora la percepción visual, se trabaja la atención visual, el seguimiento de la línea de lectura, se estabiliza la fijación, se produce una apertura en el campo de visión, el salto de una palabra a otra, se trabaja la coordinación ocular y se mejora el enfoque.