Tanto en el campo de la optometría cognitiva como de la baja visión, los sistemas cerebrales y visuales implicados requieren un aporte de nutrientes adecuado para su óptimo funcionamiento. La principal puerta de entrada de nutrientes al organismo es el sistema digestivo y de su buen funcionamiento depende la calidad de los metabolitos que en último término lleguen a todas y cada una de las células de nuestro cuerpo, incluidas la del sistema visual y cognitivo. Un aporte insuficiente de nutrientes o una llegada de sustancias con efectos nocivos, van a ser sin duda motivo de desequilibrios en la función visual y cerebral.

Una óptima función del sistema visual requiere de importantes nutrientes que necesariamente han de ser aportados por una dieta equilibrada en un organismo en equilibrio. Si por los motivos que fuera, hay un acceso deficiente de determinados nutrientes al sistema visual, al final pueden darse irregularidades en su funcionamiento.

Para nada. No sólo en la salud visual, sino tampoco en la cerebral, articular, cardiovascular etc…. Hay que hacer un esfuerzo por intentar ver el organismo como un ‘todo’ donde sus distintas partes están conectadas entre sí y no como un conjunto de compartimentos estancos sin conexión alguna entre ellos.

Para dar una respuesta pondré como ejemplo las grasas. El cerebro, además de proteínas, tiene un alto contenido graso (grasas saturadas e insaturadas) y el tipo de grasas que conforman el cerebro en un individuo es función de sus hábitos dietéticos. Se ha comprobado que determinados tipos de grasas están asociadas a un mejor desempeño intelectual que otras.

Consumo de alimentos ricos en antioxidantes (frutas y verduras), bajo consumo de azúcares refinados y bajo consumo de grasas saturadas. En general, una dieta cardiosaludable sería la adecuada para el sistema visual.

A priori una dieta equilibrada debería ser capaz de aportar todos los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado de todos los sistemas que conforman un individuo (ej. digestivo, respiratorio, reproductor etc.). Sin embargo, la práctica ha demostrado que esto no siempre es así y que a pesar del gran desarrollo existente en las sociedades industrializadas, los malos hábitos de vida hacen que puedan darse deficiencias en ciertos nutrientes con más frecuencia de la que cabría esperar. Un suplementos nutricional o complemento alimenticio, es una preparado a base de vitaminas y/o minerales y/o aceites y/o extractos de plantas etc. que tiene por objeto aportar elementos que, por los motivos que fuera, pudieran ser deficitarios en la dieta diaria de un individuo.

Algunos ingredientes de interés a nivel de suplementación visual serían: el DHA (un tipo de omega-3), betacaroteno, zeaxantina, luteína, determinadas vitaminas (ej. C y E) y minerales (ej. zinc y cobre), algunos antioxidantes (ej. glutatión, resveratrol) o plantas (ej. arándano azul o Ginkgo biloba).

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Sin duda alguna, uno de los principales suplementos a nivel cognitivo es el DHA (ácido docosahexaenoico) un tipo de grasa omega-3. También son interesante algunos minerales (ej. selenio, hierro, yodo), aminoácidos (ej. triptófano, glutamina, tirosina etc.), lecitina de soja, ciertos extractos de plantas…

En principio, por su naturaleza, los suplementos nutricionales son bastante agradecidos y una gran mayoría ‘per se’ está exenta de efectos secundarios. Dicho esto, hay determinados ingredientes que forman parte de suplementos nutricionales, que por su naturaleza, pueden llegar a interaccionar con determinados fármacos y por tanto, es importante conocer este tipo de situaciones.

Pienso que cada vez más aunque todavía queda camino por recorrer.

Dentro de las grasas de los pescados azules (o pescados grasos), hay una parte que es de gran interés para el hombre, ya que, a través de numerosos estudios, se ha demostrado su gran relevancia para nuestra salud y bienestar. Esta fracción grasa se conoce como Omega-3, siendo sus 2 ácidos grasos protagonistas el DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentaenoico).

Cada ácido graso omega-3 tiene sus propias bondades. A nivel visual y cognitivo destaca sin duda el DHA y a la hora de apoyar procesos inflamatorios quizás más el EPA. Ambas moléculas cuentan con beneficios a nivel cardiovascular.

– ¿Aportan algo los Omega 3 en la mejora de niños con problemas de aprendizaje? ¿y en la solución a los TDA-H?

El DHA es sin duda el omega-3 estrella a nivel cognitivo. Numerosos estudios apuntan a que el DHA mejora la concentración en personas con déficit a dicho nivel tanto en TDA puros como TDAH y esto redunda en una clara mejora en los procesos de aprendizaje. Sin embargo, hay que puntualizar que en los TDAH, los efectos pueden tardar más en evidenciarse según el tipo de TDAH de que se trate.

Mejorando los hábitos de vida en su conjunto (ej. alimentación, ejercicio, sueño etc.) y en su caso, aportando suplementos de apoyo que pudieran ser necesarios para cada caso en concreto.

Para nada. Se ha ‘trivializado’ mucho el uso de este término sin realmente entender su gran potencial. Aun hoy en día, sigue habiendo un gran desconocimiento en todo el mercado incluyendo los Profesionales de la salud.

Pienso que sí y es lógico ya que la farmacia, de toda la vida, ha sido uno de los referentes claves a nivel de salud para la población general. Dicho esto, a nivel de suplementos nutricionales, sus conocimientos en cuanto a usos y aplicaciones son más pobres si se compara con los fármacos tradicionales.