TERAPIA VISUAL PARA LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

La terapia visual permite mejorar el rendimiento escolar de ciertos niños con dificultades de aprendizaje

La mala ortografía, la baja velocidad o comprensión lectora y la dificultad a la hora de copiar o memorizar textos pueden esconder problemas de percepción y eficacia visual. La nueva Área de Terapia Visual del IMO trabaja la creación de conexiones neurológicas para reducir estos síntomas, potenciando las habilidades visuales afectadas y mejorando el rendimiento mediante ejercicios personalizados.
Alcocer Centro Optico cuenta con un departamento de Terapia Visual, donde el equipo de optometristas trata anomalías de la visión que no son patología ocular o defecto refractivo, sino que responden a problemas de funcionalidad o eficacia visual, relacionados con la capacidad oculomotora (movimientos oculares), la capacidad acomodativa (enfoque y desenfoque) y la binocularidad (coordinación simultánea de ambos ojos).
Estas anomalías también pueden deberse a problemas de percepción o procesamiento visual, fruto de una interpretación errónea de los estímulos recibidos a través de los ojos: escasa memoria visual, coordinación visomotora, discriminación de detalles, distinción figura-fondo etc.
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Aunque los pequeños no suelen quejarse, si los comparamos con otros niños de su entorno es habitual observar como presentan dificultades que se manifiestan en un bajo rendimiento escolar: tienen una mala ortografía o una baja velocidad y comprensión lectora, confunden letras y se saltan palabras, les cuesta memorizar textos o reproducir en su libreta lo que hay escrito en la pizarra.”
Gracias a la creación de nuevas conexiones neurológicas, los ojos “aprenden a ver”.
Ante cualquiera de estos síntomas, es habitual que nos lleguen a la consulta pacientes pediátricos recomendados por profesores, psicólogos o logopedas.
Con el fin de reducir sintomatología y contribuir así a una mejora del rendimiento, en esta área se trabajan y refuerzan las habilidades visuales afectadas mediante ejercicios optométricos individualizados, que permiten su automatización e integración en las capacidades motoras y cognitivas. Los ojos, de alguna manera, “aprenden a ver” gracias a la creación de nuevas conexiones neurológicas y, para ello, es fundamental la repetición.

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